Caza, una actividad que desde milenios atrás ha sido el sustento de proteína animal para el hombre, fortaleciendo no solo su proceso evolutivo también su cultura y progreso social.
Gracias a la caza el ser humano, que antes de que se
desarrollaran las técnicas y actividades, se dedicaba únicamente al trabajo
agricultor haciendo de su dieta netamente vegetariana, pero gracias a la proteína
animal, el hombre empezó a tener cambios físicos y neuronales como el
crecimiento de los caninos y el cerebro.
La actividad de caza llevaba el compromiso de la comunidad
por la recolección de alimento, el trabajo siempre se hacía en equipo y de una
manera organizada, pues para aquellos tiempos casos como los de cazar mamuts
asustándoles y guiándoles a caer a un precipicio, fortalecía los lazos
familiares y la supervivencia del grupo.
En pleno siglo XXI la caza no es una actividad muy común, ya
el hombre tiene sistemas de sustento de proteína animal, la domesticación de
especies dio nacimiento a grandes ganaderos, piscicultores, avicultores y demás
personas que trabajan con la explotación animal, que partiendo de dos puntos de
vista hacen un bien y un daño colateral a todo ser vivo.
Productos y subproductos para un bien común, como leche, quesos y demás. de los que sus
alimentos hacen parte de una gran mayoría de las culturas del mundo, facilitan
la alimentación humana, proveen trabajo, son un muy buen aporte a la economía
de un país.
Por otro lado, el trabajo ganadero, mantiene animales en
encierro y completo estrés, siendo usados como maquinas, llevadas a estilos de
vida para nada dignos, grandes masacres y el sufrimiento de un animal que nunca
supo que fue ser libre.
La caza, o mejor dicho el cazar consiente, pensar en un
control, tener una necesidad, respetar el medio ambiente y la fauna que rodea
es lo primero a tener en cuenta, siempre en mente que no se sale a cazar por
deporte, negocio ni ocio, debe haber una necesidad alimentaria, no es causa de
matar más de dos animales.
En la cultura amazonense, pueblos ticuna, bora, okaina, han llevado las actividades de casería desde
su existencia, tienen su conexión con la naturaleza y respetan a la madre
tierra, una actividad acompañada de sudor y sangre, no es nada fácil encontrar
animales al ingreso al mato groso, es necesario caminar largas horas, buscar
puntos estratégicos donde encontrar animales, trasnocho, cansancio, hambre y
mucho sacrificio.
La sangre derramada por un animal nunca va a ser en vano si
es para la alimentación de otro ser viviente, simple cadena alimenticia, un
jaguar no va a dejar de casar una boruga porque está en peligro, el solo busca alimentarse y sobrevivir,
Es muy fácil y sin calidad ofensiva hacia la comunidad
animalista, criticar, ofender, cuestionar y condenar la actividad de caza, algunos con doble moral, y muy felices
consumiendo pollo, pescado, unos pocos carnes rojas o de cerdo, siendo en todos
estos casos animales que no tuvieron un solo momento de felicidad, donde su
sacrificio es una cadena de sufrimiento y baños de sangre, pero señalar con el
dedo a todo aquel que busca su alimento en la selva, personas que van ya sea
con cerbatana, flecha, lanza o escopeta, a la espera de que le quiera dar la
pacha mama, haciendo un tiro de gracia e intentando capturar o sacrificar un
ejemplar sano y maduro, que tuvo toda su vida en libertad, quizá completo su
etapa reproductiva y nunca paso bajo momentos de estrés y más aun siendo un
solo animal para una familia de 12, no
200 hatos de ganado para saciar la gula de unos cientos.
Enfrentamientos con grandes animales, grandes peligros por
supervivencia, especies como la danta, animales con más de 270 kilogramos, que
usan sus pesados cuerpos para defenderse, bastante peligrosos, que con sus
patas pueden destrozar fácilmente cualquier parte del cuerpo humano,
Casos como los de los cerrillos o puercos de monte, esta
especie tiene la facultad de usar sus grande y desgarradores colmillos, peso e impulso
quedando casi como un cañón, animales temidos hasta por el jaguar, que está en
la cima de la cadena alimenticia de la selva amazónica, habiendo casos en los
que el cazador termina siendo cazado irónicamente por un marrano.
La caza de caimanes, animales de 3 metros, blancos o negros
no hay diferencia ambos tienen mandíbulas voraces, y el cazador en una canoa que apenas puede
con su peso, es mirar a la muerte a los ojos y es en este punto donde nace una
pregunta, quien hace mejor, el que compra animales muertos sin tener la
necesidad de esforzarse o quien arriesga su vida en frente de otra especie que
probablemente también tenga intenciones de comer, buscando alimentarse y
sobrevivir?
Algo mas es afirmar que en ocasiones es necesaria la
actividad de casería, hay animales de rastrojo, como borugas, guaras,
armadillos, chuchas, dantas, los mismos que se alimentas de frutas, tubérculos
y vegetales, un mal muy común en las chagras, razón por la que es necesario
cazarles.
A mi libre opinión es una actividad admirable, requiere
conocimiento, fuerza y entrega, sudor y sangre, sacrificio, no es un trabajo en
nada fácil, por eso les digo a mis amigos pre juiciosos, el juzgar es muy
sencillo, y más cuando nunca se han tenido necesidades y menos experiencias con
una cultura con todo el peso de la
palabra, parte de su base alimenticia, así
que con todo respeto, antes de condenar a malas palabras ciertas imágenes que
si, en ocasiones pueden ser fuertes, pero normales para un local, pero primero es muy importante documentarse e indagar sobre las razones y
necesidades que tengan las personas, ya saben, no todos nacen en cuna de oro,
y si para vivir bien se necesita la caza, sea bendecido todo aquel animalito
que pueda ser parte de una exquisita receta.
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