EL TOQUE SECRETO DE UNA COCINA
Buenas
ganas
Ideales propios
Tras
unos pocos años de incansable experiencia, en variadas cocinas de algunos de
los lugares más bellos de América. De haber saboreado el amargo sabor del sudor
y la sangre. que brota tras una pesada y tediosa jornada laboral, en donde ya
sea detrás de una parrilla, azafata, horno, barra o área de lavado, es muy
fácil notar esas delicadas notas y sabrosas sensaciones agridulces, que hacen
que un individuo quiera ser cocinero.Aquí en Colombia, le llamamos ganas, y da como significado, toda aquella acción en la que se involucre el querer, anhelar, desear... Una persona con gana, trabaja por que quiere, no porque se le manda, sus quehaceres se ejecutan por medio de su corazón no de su cabeza.
Empezar el día con el conocimiento de las tareas a realizar, producción que desarrollar, caldos base por hacer, pesadas piezas de carne destinadas al porcionado y el empacar, sin contar la limpieza constante del área y la correcta manipulación de los alimentos, muchos quehaceres pendientes y todos por terminar.
Comienza la acción. estalla la comendera y los pedidos están en ascenso, los meseros empiezan a agregar un poco de presión, olas de calor y el personal se deshidrata, entre pocas similitudes se compara con un entrenamiento militar, disciplina, compromiso y frente en alto, es la manera en la que se reconoce un cocinero por vocación.
El arduo trabajo en una cocina se puede resistir, pero solo si en tus pensamientos eres el mejor, a un equipo de cocina no le gusta un cocinero quejumbroso y holgazán, siempre es de esperar encontrarse seres humildes y transparentes, dispuestos a ensuciarse un poco las manos, a solucionar problemas y no generarlos. Se desean más cocineros y menos chefs de nombre. Cabezas creativas, con intenciones de crear lazos familiares más no subordinarles.
El
toque secreto
El
liderazgo se envuelve en medio de una complicada paradoja, algunos pensadores,
afirman que un líder nace otros afirman que se hace, lo que sí es cierto que es
que son y serán necesarios en un grupo, no para ordenar, más bien para mostrar
el cómo se hace e impulsar, YA BASTA de los chefs con cara amarga y de los
cuales nunca sale una palabra de aliento para su equipo, de lo contrario exceso
de gritos y menosprecios al personal a cargo, cosa que afecta notoriamente el
flujo y paciencia del cocineroAfortunados y felices lucen tus colegas cuando se encuentran en una cocina personajes únicos, que disfrutan del compartir sus recetas, cultura y amistad, dejando atrás el egoísmo y tontos ideales jerárquicos que lo único que hacen es generar un mal ambiente laboral y desanimar e incomodar la buena vibra que se debe manejar.
Ya sin más ni menos doy este mi punto de vista como cocinero y gastrónomo, brindo mi consejo dirigido a todo aquel apasionado por el arte del buen comer, y bueno, también para todos aquellos líderes de restaurantes, que en algún momento de su carrera se pregunten, la verdadera razón por la que están allí, ¿si esta es su profesión? o ¿es la razón por la que abrir los ojos a diario?